Testimonio de una jubilada
  26/09/2017

Testimonio de una jubilada


Testimonio de una jubilada


A nuestros lectores, me han dado la oportunidad de poder compartir la que ha sido mi trayectoria laboral, ahora que me jubilo, de estos últimos años. Hace casi veinte años que me levanto de lunes a sábado para ir a uno de los trabajos más enriquecedores y gratificantes que pueden haber, un trabajo donde doy mucho amor y recibo mucho más. Soy auxiliar de geriatría en el Centro de Día Amunt.


Cada mañana, es una alegría dar la bienvenida a cada abuelo que llega. Nunca falta el beso de “buenos días” acompañado de sus rostros alegres y contentos. Si el día anterior he tenido fiesta, este beso llega acompañado de un “te he echado de menos”. El día a día es un acompañamiento mutuo donde compartimos experiencias y narramos batallitas y dónde por encima de todo hacemos lo imposible para que se sientan casi como en casa porque ya sabemos que como en casa, en ningún lugar. Es un placer cantar, bailar y hacer manualidades con ellos. Soy los ojos para quienes han perdido visión, las manos de quienes tienen dificultad para recortar, la pareja de baile de quien quiere mover el esqueleto al compás de uno paso doble de Sara Montiel y el megáfono que canta los números del aclamado bingo semanal.
De mis compañeras no puedo decir nada más que son las mejores. Juntas somos la familia de los abuelos del centro durante las horas que están en nuestras instalaciones. He recibido su ayuda y su cariño en los momentos más difíciles y en equipo hemos trabajado de lo lindo para hacer felices a nuestros abuelos.

 

Echando la mirada atrás puedo decir que estoy orgullosa de mi trabajo y de mis compañeros. Amo con locura a todos los abuelos que han pasado por el centro y me llevo conmigo los mimos que ellos me han hecho llegar en estos veinte años. Una imagen que me acompañará diariamente: el beso y el abrazo que cada mañana me dan los abuelos cuando les abro la puerta. El filósofo chino no podría haberlo resumido mejor:

 

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día más de tu vida”. Confucio.

 

Montserrat Prats · Auxiliar de geriatría en el Centro de Día Amunt

C/ Llagostera, 4 - Tel. 93 455 86 30

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