¿Es un centro de día un recurso adecuado para mi padre/madre/familiar? ¿Encontrará
personas como él/ella y con gustos afines? Estas y otras preguntas son habituales en una
primera visita a nuestro centro, no obstante la pregunta general a la que se busca
respuesta es: ¿qué perfil de personas hay en un centro de día?
Habitualmente encontramos personas de la tercera edad, no obstante, en algunos casos
la edad del individuo puede ser inferior a 65 años. Los centros de día son recursos
destinados a atender las carencias o situaciones adversas concomitantes al
envejecimiento, además, ofrecen un acompañamiento a la persona y a su familia
facilitando el recorrido por esta etapa vital.
En el envejecimiento suceden diversos cambios, principalmente físicos y cognitivos, que
pueden provocar una pérdida de la autonomía. A nivel cognitivo se ha observado que
algunas funciones se deterioran, pero otras como el lenguaje, incluso pueden mejorar.
En algunos casos, la pérdida de memoria que parece ser un proceso normal en el
envejecimiento, podría estar indicando una evolución hacia la demencia. Con ello nos
referimos al Deterioro Cognitivo Leve (DCL), diagnóstico empleado para englobar
aquellos procesos en los que se da una pérdida, de memoria u otras funciones cognitivas,
superior a lo esperable por la edad y que no impide llevar a cabo las actividades de la
vida diaria (AVD’s).
Por el contrario, cuando se evidencia alteración progresiva en las actividades que
realizamos cada día, como por ejemplo cocinar, llamar por teléfono, gestionar trámites
bancarios, etc., y, además, estos fallos se acompañan de un declive en las funciones
cognitivas en comparación con el nivel previo de funcionamiento de la persona,
determinado por la historia de deterioro y por las alteraciones apreciadas en el examen
clínico y mediante test neuropsicológicos, estaríamos hablando de demencia.
Podemos hablar de tres grandes diferencias en el perfil de usuarios, entre los que vienen
con un claro objetivo terapéutico, asistencial o social, independientemente de si sufren
una enfermedad neurodegenerativa o no (envejecimiento sano).