Cuidar a una persona con Alzheimer no es fácil
  02/11/2018

Cuidar a una persona con Alzheimer no es fácil


Enfermedad de Alzheimer

Es la demencia degenerativa más común. Es de etiología desconocida. Tiene un inicio lento y progresivo, en que la persona pierde gradualmente las funciones cognitivas y sufre cambios afectivos. Se dice que la demencia es leve si la persona todavía conserva la capacidad de valerse por sí misma, moderada cuando necesita algún tipo de ayuda para las actividades cotidianas, y grave cuando requiere atención constante. Hay una escala muy utilizada para valorar el deterioro global que comporta la enfermedad en la persona, que es la escala GDS-FASTO de Reisberg, que clasifica las pérdidas causadas por la enfermedad en siete niveles, desde pérdidas leves de memoria a la pérdida total de la autonomía.

Cuidar a una persona con demencia es difícil y es importante apoyar a los cuidadores, sobre todo respecto a las conductas que hay que adoptar ante los problemas de comportamiento que presentan las personas con Alzheimer. 


El tratamiento de la demencia es global, tanto farmacológico como no farmacológico. El tratamiento farmacológico se basa en fármacos específicos para la demencia y en fármacos que minimizan los problemas de comportamiento que pueden presentar las personas. El tratamiento no farmacológico tiene por objetivo mejorar la calidad de vida tanto de la persona como de su cuidador. Las actividades tienen que adecuarse al grado de deterioro de la persona (ofrecer material visual, comunicación simple acompañada de gestos, etc.). Algunas de las terapias que más se utilizan como tratamiento no farmacológico son la psicoestimulación (técnica que tiene como finalidad la estimulación de las funciones mentales y retrasar el deterioro), la reminiscencia (técnica que tiene como objetivo pensar en recuerdos positivos y placientes y revivir emociones con la intención de aumentar la autoestima, favorecer la interacción social, etc.), la psicomotricidad (técnica en la cual la persona a partir del movimiento toma conciencia de sus capacidades motoras, cognitivas y relacionales), la musicoterapia(técnica que tiene como objetivo conectar con el mundo emocional, compartir recuerdos y emociones, facilitar la expresión, sentirse parte del grupo, etc.; al mismo tiempo, la música motiva con facilidad el trabajo del cuerpo y ayuda a hacer ejercicios de memoria), la arteterapia (técnica que utiliza la creación artística para facilitar la expresión y la resolución de emociones y conflictos emocionales o psicológicos) y la orientación en la realidad (técnica que se basa en la creación de un ambiente adecuado a lo largo del día en que la persona se sienta segura). El trabajo a partir de estas terapias se puede llevar a cabo tanto en la institución como en el domicilio. 

También son muy importantes los grupos de apoyo para enfermos, familiares y cuidadores. Estos grupos favorecen espacios de solidaridad donde las personas que participan pueden compartir angustias similares. En estos espacios las personas se sienten cuidadas, respetadas y valoradas, y esto las ayuda a mejorar la autoestima y la confianza para seguir afrontando el día a día de la enfermedad.

Del mismo modo es interesante ofrecer a los familiares las direcciones de las asociaciones de afectados que existen en muchas comarcas. Las asociaciones suelen programar grupos de ayuda o charlas y ofrecer recursos, que son bien recibidos por los familiares, a menudo desorientados y con riesgo de agotamiento por la atención continuada que deben ofrecer a la persona enferma.

Escrito extraído de Infermera virtual:

http://www.infermeravirtual.com/esp/situaciones_de_vida/vejez#alzheimer 


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