Las canciones de nuestra vida
  15/04/2019

Las canciones de nuestra vida


En las sesiones musicales destinadas a las personas mayores utilizamos principalmente las canciones que han formado parte de la vida de estas personas porque sabemos que son una herramienta de lo más poderosa.

Anteriormente cantar formaba parte de la vida cotidiana de las personas; las generaciones pasadas cantaban en la escuela, en el tiempo de ocio, en casa mientras hacían las tareas del hogar, muchos juegos llevaban vinculada una canción... Cuando escuchamos una canción que ha sido significativa para nosotros, en nuestro cerebro se producen una serie de cambios que son capaces de desvelarnos recuerdos de lo más recónditos. Todo esto es debido al estrecho vínculo entre la música y nuestro cerebro y en las conexiones neuronales. Por eso las canciones son un material de lo más rico que refuerzan la autoestima de las personas mayores, porque con las canciones rememoran vivencias y recuerdos que han sido significativos para ellas, les provoca una expresión de los sentimientos y unas ganas de comunicarse se.

Cantar requiere un esfuerzo, pero desde un punto de vista positivo, ya que ayuda a tener un mayor control de la respiración, favorece el mantenimiento del timbre de voz que va cambiando conforme pasan los años, favorece la entonación y la adquisición de una mejor postura corporal. Cuando en las sesiones de musicoterapia las personas mayores cantan en grupo, trabajan la memoria, la capacidad de atención, la capacidad de escuchar a los demás, todo ello con la satisfacción de realizar una actividad social integradora.

Se han realizado estudios que constatan que personas que sufren una demencia severa responden muy positivamente cuando escuchan una canción reconocida para ellas. Personas que sufren mutismo, son capaces de entonar canciones enteras; personas que viven en un estado de ensimismamiento permanente, "despiertan", lloran, ríen, modifican la postura, se concentran, fijan la mirada.

Alojado en casa de un amigo, el músico Ravel, afectado por una demencia grave, expresó gran entusiasmo al escuchar una música que sonaba por la radio, encontrándola de lo más inspiradora. Lo curioso del caso es que la obra que sonaba era su famoso Bolero creado por él mismo años atrás.

Si estáis conviviendo con una persona mayor, preguntadle cuál es la música que le gustaba más, haced que escuche sus canciones favoritas y, sobre todo, cantad con ella. Esto creará un vínculo muy especial y mejorará su calidad de vida. Y la vuestra.


Marta Oller Roig

Educadora musical y musicoterapeuta de los Centros Amunt






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